En nuestra lucha diaria por eliminar realidades desconocidas que acompañan a nuestra vida, conseguimos olvidar siempre las certezas más incuestionables y hacemos como si no existieran, es el caso de la muerte.
En la cultura antigua o en las sociedades rurales, la muerte era considerada como algo natural. Los ancianos morían en casa rodeados de sus familiares y hasta los niños sentían la muerte como algo inherente al proceso de la vida. Sin embargo, a medida que la sociedad ha ido evolucionando, la muerte se ha convertido en un tabú que se intenta enmascarar lo más posible.